viernes, 14 de agosto de 2009

Meditación del 14 de Agosto

Texto: "Y Lot afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos" (2 Pedro 2:8).
El justo Lot se afligía en dolor por el pecado ajeno, en la misma media en que sus vecinos e hundían en codicia contra naturaleza; hubo fuego santo en el pecho del patriarca y fuego infernal en los Sodomitas.
No era un simple disgusto al ver estos hombres entregados unos a otros en codicia bestial, sino una constante opresión en el alma que lo atormentaba. Y en su caso vemos que hay aflicciones liberadoras, y esta es una de esas, porque fue librado precisamente por que se dolía. Este dolor era de su celo santo por la gloria y santidad del Creador.
Es la luz que poseemos lo que nos aflige al ver la conducta nefanda de los malvados, ya que el santo es alguien que desea la felicidad de todos los seres humanos, y sabe por fe lo que espera a los incrédulos sino se arrepienten de sus malos caminos.
Mire el cambio que produce el conocimiento: "Y el dijo: Entonces te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, de manera que les advierta a ellos, para que no vengan también a este lugar de tormento" (Luc.16:27-28); un verdadero Creyente no debiera ser menos caritativo que un impío en el infierno.
El santo sabe lo que le costo a Cristo el pecado, no solo lagrimas de agua, sino también grandes gotas de sangre.Ha sido la practica de todos los santos ser afligidos por el pecado ajeno: "Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que el haga que se oscurezca; antes que vuestros pies tropiecen contra montañas tenebrosas y la luz que esperáis el os la vuelva densa oscuridad y la convierta en tinieblas.
Pero si no escucháis esto, mi alma llorara en secreto a causa de vuestra soberbia. Mis ojos lloraran amargamente y derramaran lagrimas, porque el rebaño de Jehová es tomado cautivo" (Jer.13:16-17); el profeta primero los exhorto y si no hacían caso a su advertencia, entonces estaba dispuesto a llorar con lamento por la obstinación de ellos: "Mis ojos lloraran amargamente y derramaran lagrimas.
"Este es una muestra de un fiel y verdadero ministro del Evangelio, de lo cual yo mismo al leerlo me siento avergonzado por mi infidelidad y falta de corazón pastoral. Si no nos dolemos por ver el impío pecar será por ignorancia espiritual e insensibilidad a los que han sido dados a nuestro cuidado.
Otro ejemplo elocuente, nuestro Salvador Jesús: "Y mirándolos en derredor con enojo, dolorido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano le fue restaurada" (Marc.3:5); ellos le ofendieron, pero tales ofensas no fueron causa de ira sino de dolor al ver la dureza de sus corazones. Tuvo compasión en lugar de pasión, lloro no solo por Sus amigos, sino también por Sus enemigos.
Cualquiera pensaría que tal santa sensibilidad esta reservada solo para aquellos extraordinarios casos, pero no, las Escrituras nos indican que esto debe estar presente en todo verdadero hijo de Dios, porque cuando Su pueblo a de ser marcado con fines de ser preservado ante un inminente juicio, tal es la seña convenida para preservación: "Y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una marca en la frente de los hombres que suspiran y gimen a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella" (Ezeq.9:4); El Señor divide los hombres de un dado lugar entre los que son Suyos y los que no; los primeros gimen por el pecado ajeno y los demás son vecinos incrédulos.
Los Corintios fueron censurados por el apóstol porque no tuvieron este lamento por uno que había pecado entre ellos: "Vosotros estáis inflados de soberbia ¿No habría sido preferible llorar?" (1Co.5:2); se espera este corazón no solo parta santos como Lot, sino de todos. El texto encierra una nota de balance, y es que no necesariamente hay que producir lágrimas literales, puesto que Lot solo se afligía, y no se dice que mojara sus ojos, lo que si es común en todos es la posesión de un tierno corazón.
En su caso vemos que hay aflicciones liberadoras, y esta es una de esas, porque fue librado precisamente por que se dolía. Si como Lot, tu habitas en una sociedad perversa y degenerada, entonces como el, esfuérzate en ser cada día mas santo.
La palpable impiedad de sus vecinos causo en el mayor aflicción; entonces en ti cada maldad de la sociedad te mueva a ser mas virtuoso, y así estarás glorificando mas a Cristo: "Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual vosotros resplandecéis como luminares en el mundo" (Fil.2:15).
Que la ignorancia sobre los asuntos espirituales que abundan en estos días te mueva a ser más diligente en el estudio de la Palabra de Dios. Amén.

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