sábado, 8 de agosto de 2009

“Las doce asesinas” amenazan al mundo

Según un informe científico, doce enfermedades denominadas “Las doce asesinas” se propagarán por el mundo como consecuencia del calentamiento global y las alteraciones en el régimen pluvial.
Susana Rigoz elaboró este informe que se difundió a través de la revista DEF (Desarrollo, Defensa, Energía y Medio Ambiente)Sequías extremas, inundaciones, huracanes, tornados, entre otros muchos fenómenos, era, hasta la actualidad, sinónimos de cambio climático. A esta difícil realidad a la que a duras penas hemos empezado a acostumbrarnos, le debemos sumar otro alerta.
Expertos en Sa-lud Pública publicaron durante el Congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn) -red ambiental de carácter global que reúne a alrededor de 11.000 científicos de 160 países- una lista de doce enfermedades que se agravarán y se propagarán a nuevas regiones del mundo, como resultado del calentamiento global.

Las 12 asesinas son: influenza aviar, babesiosis, cólera, ébola, parásitos intestinales, enfermedad de Lyme, peste bubónica, marea roja, fiebre de Rift Valley, enfermedad del sueño, tuberculosis, tuberculosis bovina y fiebre amarilla.Al momento de escribirse este informe (junio 09), serían 46 los países que notificaron oficialmente a la Organización Mundial de la Sa-lud (OMS) casi 13.000 casos de gripe porcina (H1 N1), 92 de ellos mortales.
La OMS, en su informe 2007 había determinado que evitar la propagación de enfermedades infecciosas para prevenir una pandemia debía ser la prioridad sanitaria el siglo XXI.
El panel intergubernamental sobre Cambio Climático, por su parte, ya había advertido que el cambio climático podía afectar la salud humana a través de la enfermedades infecciosas, cuyos transmisores sufrirían cambios: los agentes patógenos del agua, su calidad, la del aire, la disponibilidad y calidad de los alimentos, el desplazamiento de la población y la desestabilización económica.
Entre las consecuencias más relevantes de la propagación de infecciones se mencionan las enfermedades respiratorias derivadas de la contaminación del aire, las olas de calor que provocarán la aparición de enfermedades propias de regiones tropicales.
“Hay estudios que demuestran que el aumento de la temperatura disminuye la inmunidad de la persona, a la vez que acelera la caducidad de la vacuna” ex-plican, recordando al mismo tiempo la ola de calor que provocó la muerte de cerca de 70.000 personas en Francia en 2003. Otro fenómeno a tener en cuenta son las inundaciones con su incidencia en la aparición de diarreas, enfermedades respiratorias, hambre y mala nutrición.
“Cuando se cae un avión, mueren cerca de 300 personas y el hecho aparece en los noticieros del mundo durante aproximadamente una semana. La muerte de niños por enfermedades diarreicas y/o provenientes del agua es equivalente a la caída de un avión cada once minutos. Pero esos chicos no tienen prensa e incluso, muchas veces ni siquiera están registrados”.

A la problemática del calentamiento global se suman otros factores como el grado de inmunidad de la población, las condiciones at-mosféricas y, sobre todo, las medidas sanitarias en la aparición y desarrollo de alguna enfermedad.
Hay eventos climáticos extremos que afectan rápidamente a la población y el sistema de salud debe ser preparado para la contingencia. Aunque en algunos casos la enfermedad es tan agresiva que el individuo no alcanza a salir de su aldea porque muere antes, en otros, ocurre lo contrario: la velocidad de las comunicaciones permite que las infecciones se propaguen rápidamente de un país a otro, transformándose en una una amenaza inminente en cualquier punto del planeta.
Los viajes son muchas veces más cortos y la gente puede llegar a un destino antes de experimentar los síntomas de la enfermedad.
La mayoría de las patologías están también directamente relacionada con las condiciones de vida. Por lo tanto, los más afectados son las clases bajas que no cuentan ni con las mínimas herramientas para enfrentar un desastre natural.
La población más pobre es siempre la más perjudicada y al mismo tiempo, es la que sufre de inmediato las secuelas de ciertas enfermedades, como las diarreas o la leptospirosis. Estas son las enfermedades clásicas de las inundaciones. Lo que ocurre es que esto no llama la atención de los periodistas ni de los médicos.
Además, muy poca gente va al hospital por una diarrea y si lo hace difícilmente le hagan un análisis para averiguar las causas. Lo mismo ocurre con la leptospirosis que pasa como una gripeLa explosión y la movilidad demográfica impactaron en los ecosistemas, y según la OMS, en 2015, se sumarán 375 millones de personas a las afectadas por el cambio climático y sus enfermedades.
Las mil millones de personas que habitaban el planeta en 1900 se han transformado en más de 6.000 millones.
La densidad poblacional influye en las enfermedades urbanas como el dengue. A mayor cantidad de personas y mosquitos, mayor probabilidad de transmisión.
El alto incremento de la población generó la producción industrial de alimentos. Acerca de la concentración de animales en criaderos, si son o no focos de incubación y mutación de virus, los científicos creen que este es el momento de monitorear estas enfermedades para detectar hacia dónde se propagan e intentar mitigar su impacto. Quizás esta amenaza latente sirva para que el calentamiento global sea tenido realmente en cuenta en las agendas políticas.

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